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Microbioma y factores externos

EXPOSOMA Y SALUD DEL MICROBIOMA DE LA PIEL

El mantenimiento de un microbioma saludable está estrechamente relacionado con una dieta sana y factores externos, por ejemplo, las prácticas de higiene diaria¹.

La impronta del microbioma sobre nuestro metabolismo es significativa.

99% de los genes del cuerpo humano son de origen microbiano.

Más de la mitad de sus células provienen de microorganismos conformados por el microbioma

3.3 millones de genes codifican proteínas como enzimas y moléculas de señalización de forma directa o a través de interacciones epigenéticas como enzimas hepáticas inducibles.2

La tierra es, en esencia, un planeta microbiológico, tal como lo afirma el Dr. Rodney Dietert durante su intervención en un taller sobre las relaciones entre estresores medioambientales, enfermedad infecciosa y salud humana2, quien se desempeña como profesor emérito de Inmunotoxicología en el Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Cornell.

Las publicaciones pioneras en el campo del microbioma cutánea fueron hechas en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado3. Una prominente figura en estos primeros años de investigación sobre este tópico fue la Dra. Mary Marples de la Universidad Otago de Nueva Zelanda, en su extenso trabajo seminal de 1965, que condujo algunos años después a una invitación formal para publicar un artículo en Scientific American. La Dra. Marples introducía de forma casi poética una visión ecológica del asunto:4

Describió las condiciones de nuestro ecosistema dérmico en función de las encontradas en nuestro ecosistema terrestre. Dietert complementa enfatizando que: “El microbioma es la lente a través de la cual el cuerpo humano observa su ambiente externo”

Este ambiente externo contiene numerosos factores a los cuales estamos expuestos todo el tiempo –llamado en ese contexto exposoma–. El exposoma está constituido por una multiplicidad de elementos de naturaleza muy variada, como químicos y microrganismos patógenos.

Una fuente significativa de vulnerabilidad para nuestro microbioma cutáneo reside en muchos de estos factores extrínsecos (exposoma) e intrínsecos, que pueden afectarlo potencialmente.5

Adicionalmente la exposición a antibióticos (en especial si se presenta de forma temprana y estos son de espectro amplio), las prácticas de higiene modificadas y otros cambios en el estilo de vida, tienen el potencial de inducir alteraciones selectivas en el microbioma cutáneo.6

Se ha propuesto esta disrupción de la interacción entre microbioma y sistema inmune de la piel como uno de los elementos promotores en el incremento de la incidencia de patologías7 como dermatitis atópica8 o psoriasis.9

Por sus características y origen, gran parte del exposoma no es susceptible de ser modificado de forma voluntaria e individual. Sin embargo, si se tiene poder de decisión sobre otros elementos del exposoma, como aquellos que aplicamos sobre nuestra piel o los que constituyen nuestra alimentación diaria. Como también es mencionado por el profesor Dietert, el adecuado manejo de la interfaz que se entrelaza entre microbioma y sistema inmune, va a ser una parte significativa del abordaje de la salud, ya sea con una óptica preventiva o terapéutica.2

Mantener la homeostasis cutánea tiene claras implicaciones en la capacidad para ayudar a nuestros pacientes a protegerse contra las condiciones medioambientales y los microorganismos potencialmente patógenos.10

Los profesionales tienen la responsabilidad de educar a los pacientes en torno a medidas que potencien su salud.

Promover la utilización de productos de higiene diaria apropiados desde edades tempranas favorecerá la generación de esta homeostasis cutánea y propenderá, juntocon otras medidas extrínsecas como una alimentación adecuada, al desarrollo de microbiomas sanos (tanto en piel como en mucosa digestiva) en los pacientes. Por eso, estamos aquí para que +juntos podamos aportar líneas de cuidado que apoyen este sano desarrollo.

Una de las recomendaciones más efectivas para sus pacientes es el ritual de baño y masaje desde el primer día de vida, este no solo favorecerá la barrera cutánea de la piel del bebé, sino que también le brindará todos los beneficios del contacto piel a piel, el cual genera gran conexión entre padres e hijos11, alcanzando:

El tacto es el 1er. sentido que se desarrolla, aún en el útero.

Es el sentido más desarrollado al nacer.

25-120 minutos de contacto piel a piel. Inmediatamente después del nacimiento, puede afectar positivamente las interacciones entre la madre y el bebé aún un año después.

LOS BEBÉS QUE RECIBEN UNA RUTINA DE BAÑO Y MASAJE SON:

50% más propensos a hacer contacto visual.

3 veces más propensos a mostrar una expresión positiva general.

Mejora el sueño calidad y cantidad cuando parte de una rutina antes de ir a la cama.

Ayuda a desarrollar confianza en sí mismo y la habilidad de relacionarse con los otros.

FUENTES

1. Boxberger M, Cenizo V, Cassir N, et al. Challenges in exploring and manipulating the human skin microbiome. Microbiome 2021; 9(1): 125. doi: 10.1186/s40168-021-01062-5
2. National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine 2019. Toward Understanding the Interplay of Environmental Stressors, Infectious Diseases, and Human Health: Proceedings of a Workshop in Brief. Washington, DC: The National Academies Press.
https://doi.org/10.17226/25493 3. Marples MJ. The Ecology of the Human Skin. Charles C. Thomas, Springfield (Illinois), 1965: 970 pág
4. Marples MJ. Life on the human skin. Sci Am 1969; 220(1): 108–115. doi: 10.1038/scientificamerican0169-108
3. Marples MJ. The Ecology of the Human Skin. Charles C. Thomas, Springfield (Illinois), 1965: 970 pág
5. Boxberger M, Cenizo V, Cassir N, et al. Challenges in exploring and manipulating the human skin microbiome. Microbiome 2021; 9(1): 125. doi: 10.1186/s40168-021-01062-5
6. Grice EA, Kong HH, Conlan S, et al. Topographical and temporal diversity of the human skin microbiome. Science 2009; 324(5931): 1190–1192. doi:10.1126/science.1171700
7. Ellis SR, Nguyen M, Vaughn AR, et al. The Skin and Gut Microbiome and Its Role in Common Dermatologic Conditions. Microorganisms. 2019 Nov 11;7(11):550. doi: 10.3390/microorganisms7110550
Park YJ, Kim CW, Lee HK. Interactions between Host Immunity and Skin-Colonizing Staphylococci: No Two Siblings Are Alike. Int J Mol Sci 2019; 20(3): 718. doi: 10.3390/ijms20030718
8. Fyhrquist N, et al. Microbe-host interplay in atopic dermatitis and psoriasis. Nat Commun 2019; 10(1): 4703. doi: 10.1038/s41467-019-12253-y
9. Chang, HW, Yan D, Singh R, et al. Alteration of the cutaneous microbiome in psoriasis and potential role in Th17 polarization. Microbiome 2018; 6(1): 154. doi: 10.1186/s40168-018-0533-1
10. Boxberger M, Cenizo V, Cassir N, et al. Challenges in exploring and manipulating the human skin microbiome. Microbiome 2021; 9(1): 125. doi: 10.1186/s40168-021-01062-5
11. Byrstrova, Ksenia, et Al. “Early contact versus separation. Effects on mother-infant interaction one year later. ”Birth 36.2 (2009):97-109.
12. Data on File, Johnson & Johnson Consumer Inc. (Global Claims Database)