Afectaciones en el microbioma por productos
AFECTACIONES AL MICROBIOMA DE LA PIEL Y SUS PRINCIPALES EFECTOS

El microbioma cutáneo de los bebés se ve afectado por el uso de productos de higiene diaria inadecuados (y/o con sobre carga de componentes artificiales) para cada etapa del bebé, que impiden su sano desarrollo y limitan su biodiversidad.1
La etapa neonatal y los primeros meses de vida son cruciales para que se produzca una colonización inicial adecuada que permita moldear el desempeño del sistema inmune cutáneo1. Cuando este proceso de colonización por microorganismos no patogénicos se da de forma caótica, (por ejemplo, por uso temprano de antibióticos de amplio espectro o aplicación de productos de higiene inadecuados para esta fase), los linfocitos T (LT) residentes de la piel son incapaces de diferenciarse con las características efectoras apropiadas para ejercer una inmunidad efectiva contra patógenos.
Esto resalta el rol protagonista del microbioma residente, para lograr afinar la inmunidad dérmica2, así como las relaciones de mutualismo entre el microbioma de la piel y nuestro sistema inmunológico3 que se establecen desde las primeras etapas de vida.

Una de las características principales del microbioma dérmico es su enorme biodiversidad.
Algunos autores sostienen que esta sería incluso mayor que la del microbioma intestinal4. En gran parte la biodiversidad es dependiente de la zona de la piel que se analice, así, tanto la composición como las proporciones de especies de microorganismos residentes habituales difieren si se comparan zonas secas con zonas húmedas o con zonas con mayor producción sebácea. La composición de las poblaciones del microbioma dérmico tiende a mantenerse relativamente estable a lo largo del tiempo en una misma persona.
Algunas investigaciones apuntan a que sería el individuo, y no el medio ambiente, quien determina principalmente las proporciones de microorganismos que habitan en su piel.5

La incorporación en los últimos años de técnicas moleculares de análisis del microbioma cutáneo basadas en la genómica6 en reemplazo de las técnicas antiguas dependientes casi exclusivamente de cultivo, han permitido enriquecer y profundizar el conocimiento que se traía de la mitad del siglo XX sobre la composición de los microorganismos simbiontes dérmicos.

Edad del paciente: otro factor influyente en la transformación de los microorganismos dérmicos.
Se presentan profundos cambios en momentos puntuales durante el desarrollo del ser humano. En la pubertad, por ejemplo, hay un gran influjo hormonal a partir del cual se induce una mayor producción de sebo en áreas específicas, producto de lo cual se posibilita una activa colonización por Cutibacterium acnes (llamado antes Propionibacterium acnes, reconocido como dependiente de dicho sustrato para proliferar) (Brüggemann H, et al 2021).7
Conociendo la estabilidad relativa (intrapersonal) en el tiempo en el microbioma cutáneo, se considera que, con el paso de estos primeros años de vida, se termina estableciendo en esta, de una forma u otra, un delicado balance. Este balance puede y suele verse impactado (ya sea para bien o para mal) por los elementos químicos sintéticos y preservativos antimicrobianos contenidos en los productos convencionales de belleza y cuidado de la piel. Sin embargo y a pesar de lo extenso del uso de productos de higiene y cuidado de la piel, sus efectos en la estructura y funcionalidad del microbioma de la piel son aún desconocidos y requieren ser investigados en mayor detalle.
Las propiedades de barrera de la piel son mantenidas por factores como su contenido de agua (hidratación), su humedad, su pH, los lípidos intracelulares y la rata de descamación.8
Cuando está comprometida la barrera epidérmica (por prácticas de higiene de manos que incluyen exfoliación, por ejemplo) desde el punto de vista clínico pueden surgir alteraciones en la piel, como resequedad, irritación e incluso agrietamiento.
En muchas ocasiones, estas alteraciones se presentan en los profesionales de la salud, ocasionados por cambios en el microbioma local, asociados a daños de la piel de las manos por lavado muy frecuente de las mismas (Rocha LA, et al 2009).9

Otros de los factores influyentes en el mantenimiento de la barrera cutánea es el pH y su estabilidad en el tiempo.
Se reconocen varios factores externos que pueden afectar el pH de la piel, como por ejemplo la exposición a elementos irritantes como jabones o detergentes y el lavado constante de la misma.10
En este sentido, el uso de productos cosméticos también puede aumentar a niveles inadecuados el pH de la piel11. Este fenómeno se produce debido a que muchos tienen un pH mayor que el pH dérmico natural, comprometiendo el manto ácido del sustrato córneo, considerado como elemento activo en esta función de barrera.12
Una de las responsabilidades de los profesionales de la salud es investigar la composición de los productos recomendados para la higiene diaria y humectación de los pacientes. Por eso, estamos para facilitar esta labor y garantizar que nuestros ingredientes cumplan con las necesidades de sus pacientes.
Esto aplica en principio para todas las edades13, pero por estar en etapas críticas para la consolidación de un microbioma sano y de esta forma de un sistema inmune sano, debería ser de máxima observancia en particular en los pacientes más pequeños.

Un alto contenido de componentes naturales y un bajo contenido en los de origen artificial14, se suele traducir en productos que ayudarán a cumplir el objetivo de mantener saludable el microbioma de la piel del bebé.

Según evidencias documentadas por expertos, se ha demostrado que la higiene del bebé que se efectúa usando solo agua, sin otros agentes, remueve solo el 65% de la suciedad y que, además puede producir sequedad, fricción innecesaria y remoción incompleta de residuos fecales.15
Igualmente, es fundamental entender la importancia del uso de productos de limpieza que sean eficientes, pero a la vez seguros para la piel de los bebés.
Es necesario distinguir entre baños líquidos y limpiadores compuestos de detergentes sintéticos (syndets), los cuales generan menos irritación y prurito. Está demostrado que la limpieza con utilización de baños líquidos que no alteren el pH de la superficie cutánea y no irriten la piel es más eficiente que un baño que use solo agua.16

Limpiadores líquidos vs barras sintetizadas
En contraposición con las barras, los baños líquidos facilitan el suministro de sustancias benéficas a la piel de los bebés, tales como emolientes y oclusivos. De ahí la importancia de la orientación sobre el uso de productos adecuados que no alteren el pH normal de la piel del bebé.15
Estos productos, conocidos como jabones, mantienen un pH entre 9,5 y 10,0 cuando el pH ideal para productos de limpieza para bebés como baños líquidos debe mantenerse entre 4,5 y 5,5. La alcalinidad generada por estos productos, en la superficie cutánea puede alterar su pH. Y aunque son económicos y ofrecen resultados positivos en generación de espuma y limpieza, pueden generar irritación y otras alteraciones.17
Por esta razón, expertos recomiendan que al escoger el agente para la limpieza de la piel del bebé, este tenga un pH muy próximo al de su piel y con cantidades mínimas de conservantes, libres de sulfatos, parabenos, ftalatos y colorantes.
FUENTES
1. Pinto D, Ciardiello T, Franzoni M, et al. Effect of commonly used cosmetic preservatives on skin resident microflora dynamics. Sci Rep 2021; 11: 8695. doi: 10.1038/s41598-021-88072-3
2. Heath WR, Carbone FR. The skin-resident and migratory immune system in steady state and memory: innate lymphocytes, dendritic cells and T cells. Nat Immunol 2013; 14(10): 978–985. doi: 10.1038/ni.2680
3. Sanford JA, Gallo RL. Functions of the skin microbiota in health and disease. Semin Immunol 2013; 25(5): 370–377. doi: 10.1016/j.smim.2013.09.005
4. Boxberger M, Cenizo V, Cassir N, et al. Challenges in exploring and manipulating the human skin microbiome. Microbiome 2021; 9(1): 125. doi: 10.1186/s40168-021-01062-5
5. Dorrestein PC, Gallo RL, Knight R. Microbial Skin Inhabitants: Friends Forever. Cell 2016; 165(4): 771–772. doi: 10.1016/j.cell.2016.04.035
6. Grice EA, Kong HH, Conlan S, et al. Topographical and temporal diversity of the human skin microbiome. Science 2009; 324(5931): 1190–1192. doi:10.1126/science.1171700
7. Brüggemann H, Salar-Vidal L, Gollnick HPM, et al. A Janus-Faced Bacterium: Host-Beneficial and -Detrimental Roles of Cutibacterium acnes. Front Microbiol 2021; 12: 673845. doi: 10.3389/fmicb.2021.673845
8. Larson E. Hygiene of the skin: when is clean too clean? Emerg Infect Dis 2001; 7(2): 225–230. doi: 10.3201/eid0702.010215
9. Rocha LA, Ferreira de Almeida E Borges L, Gontijo Filho PP. Changes in hands microbiota associated with skin damage because of hand hygiene procedures on the health care workers. Am J Infect Control 2009; 37(2): 155–159. doi: 10.1016/j.ajic.2008.04.251
10. Schulte to Brinke A, Mehlich A, Doberenz C, et al. Acidification of the Skin and Maintenance of the Physiological Skin pH Value by Buffered Skin Care Products Formulated around pH 4. Journal of Cosmetics, Dermatological Sciences and Applications 2021; 11: 44–57. doi: 10.4236/jcdsa.2021.111005
11. Wohlrab J, Gebert A. pH and Buffer Capacity of Topical Formulations. Current Problems in Dermatology 2018; 54: doi: 123–131. doi:10.1159/000489526. En Surber C, Abels C, Maibach H (eds): pH of the Skin: Issues and Challenges. Current Problems in Dermatology, Editorial Karger (Basel), 2018
12. Chan A, Mauro T. Acidification in the epidermis and the role of secretory phospholipases. Dermatoendocrinol 2011; 3(2): 84–90. doi: 10.4161/derm.3.2.15140
13. Holland KT, Bojar RA. Cosmetics - What is Their Influence on the Skin Microflora? Am J Clin Dermatol 2002; 3: 445–449 (2002). doi: 10.2165/00128071-200203070-00001; Wallen-Russell C. The Role of Every-Day Cosmetics in Altering the Skin Microbiome: A Study Using Biodiversity. Cosmetics 2019; 6(1): 2. doi:10.3390/cosmetics6010002
14. Stingley RL, Zou W, Heinze TM, et al. Metabolism of azo dyes by human skin microbiota. J Med Microbiol 2010; 59(Pt 1): 108–114. doi:10.1099/jmm.0.012617-0
15. Walters M Russel, Fevola Michael, Librizzi Jena. Designing cleansers for the unique needs of baby skin. Rescatado de: https://www.researchgate.net/publication/257341452_Designing_cleansers_f...
16. Fama Pereira M, Gómez Ramírez JF, Muñoz Torres J, Villamizar Gómez HA, Chaparro Victoria J. Guía del cuidado de la piel 2021.
17. Blume-Peytavi U, Lavender T, Jenerowicz D, et al. Recommendations from a European Roundtable Meeting on Best Practice Healthy Infant Skin Care. Pediatr Dermatol. 2016;33(3):311-21
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